lunes, 7 de abril de 2014

Restaurante Nagaoka: nipones en la Nápoles

Encontrar un restaurante japones de verdad en México DF no es sencillo. Me hablaban hace poco de la penúltima barbaridad, sushi empanizado (o empanado para los gachupines). El sushi con queso philadelphia o con chipotle parece que ya casi ni escandalizan... nuevas herejías a la vuelta de la esquina.

Una vez dicho esto, hay que añadir que si nos lo proponemos (como dice Fran Underwood: if there is a will there is a way) encontramos lugares donde disfrutar de comida japonesa clásica y de buen nivel. Japos, japos!!!! De vez en cuando se me enciende la alarma y me cuerpo pide comida japonesa, como si los (maravillosos) tacos no fueran suficiente. La última vez, pasamos por el Restaurante Taro y salimos bastante satisfechos, esta vez nos quedamos por la colonia Napoles, en el Restaurante Nagaoka.

Muy bien se habla del Restaurante Nagaoka, "restaurate japonés clásico", que en materia de japos a mí es lo que más me gusta. Dirigido por una familia nipona lo cual siempre ayuda y con bastantes japoneses como clientela fija. Todos estos comentarios bastaron para que encamináramos nuestros pasos hacia su puerta.

RESTAURANTE NAGAOKA
Arkansas 38. Colonia Nápoles.

Situada en una tranquila calle de la colonia Nápoles, en una de esas pequeñas casa que tanto abundan por esa zona de la ciudad. Con una distribución atípica, varias salas en las que se dispersan un puñado de mesas, un mobiliario algo descuidado y dos grandes teles en cada una de las salas principales que hace imaginar que Nagaoka tendrá éxito entre semana a la hora de la comida donde la caja tonta suele ser un elemento indispensable, pero que a la noche es mejor apagar. Sin duda el diseño y lo cool no es el fuerte de Nagaoka, ni lo pretende. El restaurante Nagaoka es un restaurante al que se viene a comer no a posturear.

Y si se trata de comer japonés, hay que decir, que el restaurante Nagaoka no defrauda. Con una carta amplia donde saciar cualquier tipo de antojo nipón (si eres indeciso lo mejor es ir con la lección aprendida o dejarse aconsejar). Existe la opción del menú degustación, sin embargo, optamos por diseñarlo al gusto.

Nuestro particular menú degustación:

Baby squid, calamar relleno de salsa de cangrejo (82 pesos), una pequeña ración, que resulto un excelente comienzo. Un sabor delicado que me sorprendió, con un toque dulce de la salsa.



Anguila asada o a la plancha para los europeos, (269 pesos), resulto ser el platillo ganador de la noche. Se deshacía en la boca y tenía un sabor suave aunque muy sabroso. Solo por este plato merece la pena volver y una otra vez. La anguila venía acompañada de Horenso Gomaae (espinacas con aderezo de ajonjolí) que también puede servir como un buen entrante y de Osumashi un consomé que no llamó demasiado mi atención.



No podíamos venir hasta aquí y no probar el sushi, así que pedimos una bandeja de niguiri con pescado nacional (183 pesos). Quizás por ser sabores más conocidos que los anteriores no me sorprendió tanto. Eso si, algo fundamental para un buen sushi, el punto de cocción y de humedad del arroz era muy bueno. El niguiri de pulpo que no me suele gustar por su dureza, esta vez estaba excelente.



Quedaron muchísimos platos por probar, en especial, los tallarines bien como sobu o udon. Se dice que otro de los puntos fuertes del Nagaoka.

Un buen resturante donde comer japonés japonés. Y con una carta que deja a las odiosas franquicias en la cuneta. Servicio correcto. Nuestro ticket fue de 400 pesos por persona (22 euros), bien es cierto que la anguila hizo subir algo la cifra. Se puede comer por unos 250-300 pesos sin problema. 



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