martes, 7 de octubre de 2014

Momofuku Noodle Bar: Un clásico de David Chang

A mi llegada a Nueva York me instalé en el muy céntrico, bullicioso a la par que poco glamuroso, China Town, algo así como una declaración de intenciones de mi actitud hacia la ciudad. No me quería dejar cegar por las luces y los tópicos, yo iba al underground. Llegaba con ganas de probar comida asiática y con varios restaurantes del barrio chino bien apuntados.

Durante los primeros dos días estuve tratando de buscar ese utópico restaurante neoyorkino donde comer dim su, buenos y baratos. Recalé en varios pero ninguno cumplió las expectativas, ninguna de las empanadillas asiáticas que probé me sorprendió demasiado, tampoco el ramen que lucía tan apetitoso en algunas crónicas me pareció nada a considerar.

Tras dos días el reloj seguía avanzando así que decidí sacar toda la artillería. Había estado leyendo acerca de David Chang y su exitoso emporio Momofuku. Un chef americano con raices coreanas que está en boca de todos, propietario de diversos restaurante con variados formatos y todos ellos de gran éxito. Ha aparecido en la serie Munchie de Vice, tiene su propia temporada en "The Mind of a Chef" y ha hecho sus pinitos como actor en diversos capítulos de Treme (serie ultrarecomendable acerca de la música y sabores de Nueva Orleanas). Además, es gran amigo de otra cara famosa de la gastronomía americana, Anthony Bourdain.

Con la determinación de no volver a desperdiciar una hora de la comida salí desde China Town tomando Allen Street, me dirigí hacia el norte, cruzando Houston (curiosamente, no se pronuncia como la ciudad si /hauston/) y recorrí las últimas calles siguiendo el olor a bun recien hecho (en realidad fue google maps) hasta encontrarme delante del Momofuku Noodle Bar.

MOMOFUKU NOODLE BAR
171 1st Ave, 
New York, 10003.

El mantrá que David Chang repite es, que lo que intenta cuando un plato sale de su cocina es que sea algo "bueno, sabroso", sin grandes complicaciones, que haga disfrutar al comensal. Y eso es lo que yo buscaba precisamente...

El Momofuku Noodle Bar es un restaurante donde la madera lo inunda todo, crea un espacio amable donde se distribuyen mesas altas con taburetes (incomodidad para el comensal) y una larga barra que rodea una gran cocina donde podemos observar a los chefs (esta vez en taburetes sin respaldo pero más bajos).



Poca opción iba a tener esta vez al ordenar, los clásicos de la casa reclamaban toda mi atención y yo estaba loco por probarlos. Como entrante, sus míticos "Pork Belly Bun", un pan chino con dos bloques de panceta cocinada (cocción al vacio probablemente) hasta un punto tiernísimo. El primer bocado fue de "¿qué esta pasando aquí? la grasa se fundía en mi boca y se evaporaban los sabores a mi paladar". Se acompañada de vegetales para refrescar y un aderezo de soja que le da el contrapunto y contraste a tanta ultradeliciosa grasaza.



Como principal, otro de los clásicos de la casa, el ramen!! Por no repetir pedí el de pollo (en lugar de pork belly). Momento brutal el poder ver desde la barra cómo el chef preparaba mi megabowl de ramen, cocinando y colocando delicadamente cada uno de los ingredientes. Un plato asiático clásico que demuestra que no hace falta hacer piruetas moleculares para conseguir un buen plato. La presentación me encantó. Más allá de los ingredientes está el caldo que es espectacular. Un plato delicioso, especiado, con variados ingredientes bien conjuntados y el huevo dando untuosidad e integrando sabores. Además el tamaño es XL, no deje ni una gota!!!



En cuanto al precioso huevo, que se sitúa en el centro del plato, en un primer momento pensé que podría ser pochado (muy bien pochado, mejor dicho). Sin embargo, creo que más bien se trata de un metodo de cocción que David Chang aprendió en su visita a España y que se plasma en "The Mind of a Chef" de la mano de Andoni Aduritz (Restaurante Mugaritz) por el cual, se realiza un pochado a baja temperatura del huevo manteniendo la cascara y debido a los diferentes temperaturas de coagulación de clara (62,5º y huevo 64º) se obtiene esta maravilla: una pochado con la clara semicoagulada y la yema cruda, sin embargo, el huevo se pela fácilmente y mantiene su forma.



Estos dos platos insignia del Momofuku Noodle Bar y David Chang más una cerveza sumaron un total de 34 USD + propina. La mejor cómida y la mejor relación calidad precio que encontré en un restaurante de Nueva York (en los escasos 8 días que estuve, claro está).

Salí satisfecho y contento de la visita, había probado dos platazos sencillos y supersabrosos y me había resarcido de las experiencias asiáticas en China Town. Tras lo que ví en el Momofuku Noodle Bar, David Chang cumple lo que promete: ofrece sabor sin irse por las ramas.

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